El otro día Javier Marías "protestaba" en su escrito en El País Semanal de la cada vez más habitual costumbre de pedir al gobierno que nos solucione la papeleta (aquí). En él se queja de que se pida ayuda al gobierno en cosas que no son deber del gobierno ni por asomo, y que éste ayude aun habiendo negligencia extrema por parte de los implicados. Ejemplos claros: Alakrana, conductores en la carretera tras una semana de advertencias, etcétera (Que me dirán ustedes, bueno, en Alemania no hay ese caos por cuatro copos; ya, y aquí no se mueren miles de personas por estar a 45 ºC).
El caso es que esto se viene reproduciendo día tras día, y lo de hoy clama al cielo. Resulta que una compañía privada, Air Comet, quiebra y deja a miles de pasajeros sin su viaje de vacaciones de navidad. Como dicha compañía les deja tirados, dichos pasajeros montan en cólera (normal) y protestan al gobierno (esto... ¿no debería ser a la compañía?), y como no se actúa inmediatamente, paralizan Barajas y montan huelgas de hambre (una huelga de hambre por perder un billete de avión, menos mal que no ha perdido su equipo de fútbol, si llega a pasar, se suicidan).
Lo más grave, desde mi punto de vista, es que ya están saliendo aviones para que dichos pasajeros puedan abrazar a sus familias. Eso sí, los 600 trabajadores que se han quedado en la calle, a comprar turrón Hacendado, que no llega para un Xixona de los caretes. Sí, es muy bonito, es Navidad y podrán ver a la familia. Deberíamos recordar que esos aviones se van a pagar con dinero público, es decir, que todos les pagamos su visita a la familia. ¿Cuánta gente ha renunciado este año a eso por "falta de fondos"?
La próxima vez que Iberia me pierda la maleta, escribiré una bonita carta a Zapatero.
El Adolfo (Yo soy E.S.A. 16)
Hace 17 horas