miércoles, 2 de diciembre de 2009

Comulgando con ruedas de molino

Hay quien dice que no se usa la educación y la prensa para manipular a la población. Hay quien defiende lo que le han enseñado en el colegio hasta las últimas consecuencias.

Siempre me ha dado bastante rabia la interpretación que se hace desde el sector gobernante en Cataluña de su propia historia. Uno de los más claros ejemplos es nombrar a la Corona de Aragón como Corona (o Confederación) Catalano-Aragonesa, con un par. Es cierto que existe cierta polémica respecto a como nombrar la Corona de Aragón, pero precisamente lo de "catalano-aragonesa" no aparece en ningún sitio hasta mucho después de desaparecida la Corona. ¿Es eso un descrédito para Cataluña y por eso se inventan nombres? No, excepto que no se sepa nada de historia y uno no sea capaz de leer.

En las últimas semanas esto se ha mezclado con la noticia sobre el estudio de los restos de "Pere III, el Gran". En algunos medios catalanes se hablaba de Pere II, el Gran, o de Pere II de Barcelona, III de Aragón y I de Valencia (también era I de Sicilia, pero eso no importa). Es curioso, porque las calles, hoteles, restaurantes, etc. con el nombre del rey son de Pere III. ¿Por qué? Pues porque en el nombre "genérico" se pone el número correspondiente al rango más alto, y en este caso el rango más alto es rey (el II es de Conde de Barcelona).

También podriamos decir que se llamaba Pedro. Pedro aquí y en la China Popular. Pero ya sabemos que con los nombres de reyes hay una excepción y se traducen. Claro, que si la noticia está en castellano, será Pedro III, igual que Enrique VIII y no Henry.

Ahora id y le explicáis a cualquiera de Barcelona que tenga entre 10 y 30 años que la Corona Catalano-Aragonesa no existió nunca. Eso sí, hacedlo con traje ignífugo.

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