Veo que ahora se da cuenta Enrique Dans, es importante leerse su última entrada. Extraigo un par de fragmentos clave:
"La Ministra estuvo con nosotros muy poco tiempo, y además, solo habló unos diez o quince minutos. Puedo entender la premura de agenda de una Ministra… pero vaya… la gente que estaba en la reunión había en muchos casos torturado sus agendas para poder acudir a la convocatoria, y eso de irse a la francesa tan pronto no sentó muy bien. Por otro lado, la salida de la Ministra se produjo precisamente en el momento en que planteamos el primer argumento “duro”, y la actitud de negativa al diálogo se mantuvo a partir de allí."
"Una vez identificado que el problema era la Disposición Final en cuestión, o nos dices “de acuerdo, la congelamos y analizamos en debate público”, o nos estás diciendo “sois unos mindundis y cómo podéis pensar que vamos a cambiar nada simplemente porque lo digáis vosotros”. Que de hecho, fue lo que nos dijo y sostuvo, condicionando el fracaso de la reunión. Que la segunda reunión la esperásemos para después de vacaciones de navidad, y que se nos invitaría a colaborar en el reglamento de la ley, pero que la ley estaba escrita en piedra, era completamente intocable. Lo siento, pero no. Menos aún si sabemos cómo la Coalición coló ahí esa Disposición Final: “Sam… la tocaste para ella, ahora tócala para mí”.
También merece la pena leerse la opinión de Julio Alonso.
Yo soy de los que cree que esto es una cortina de humo para que no veamos otros problemas, es decir, sueltan la gran burrada de: esto lo va a controlar un comité de expertos al margen de la justicia, todos nos centramos en ello y, mientras tanto, te he colado unas cuantas semiburradas y he desplumado el Ministerio de Ciencia. Son unos profesionales.
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